País: Colombia
Departamento: Choco.
Altura sobre el nivel del mar: 6 MSNM
Temperatura promedio: 28 grados centígrados.
En Nuquí, el futuro se construye con base en la cooperación y el respeto por el territorio. Cada proyecto que llega debe alinearse con los valores culturales e históricos de su comunidad, garantizando que las tradiciones y el entorno natural sean siempre protagonistas.
La vida cotidiana en Nuquí refleja un espíritu de solidaridad y autosuficiencia. Aquí, si falta algo en la mesa, la solución está en la tierra o en la generosidad del vecino. Las puertas abiertas son un símbolo de confianza y hospitalidad, donde el sentido de comunidad se vive a cada instante.
El compromiso con el medio ambiente es evidente en prácticas como la pesca responsable. Los pescadores regulan el uso de redes y técnicas para proteger los recursos marinos, promoviendo un equilibrio entre tradición y sostenibilidad.
Nuquí, reconocido como la primera reserva de biosfera del Pacífico colombiano, no solo resguarda una biodiversidad única, sino también una educación que fomenta el respeto por la naturaleza y la construcción de paz.
Nuquí, ubicado en el Golfo de Tribugá en la costa pacífica del Chocó, es un verdadero santuario natural. Sus paisajes marinos y terrestres están enmarcados por la riqueza de sus playas, manglares y el contacto directo entre la selva y el océano.
La corriente de sus aguas garantiza una pesca abundante y diversa, además de ser el hogar de especies como el Marlin, Dorado y Pargo, mientras que los meses de julio a septiembre son un espectáculo con la llegada de las ballenas jorobadas.
El ecosistema de manglares en Nuquí es uno de los más productivos del planeta. Estos bosques protegen la costa, sirven como hábitat para diversas especies marinas y terrestres, y son vitales para las cadenas alimenticias.
Además, son zonas de anidación para tortugas y aves migratorias, muchas en peligro de extinción. Su conservación es crucial para el equilibrio ambiental y el bienestar de la comunidad.
Este paraíso inexplorado es el hogar de más de 8000 habitantes, cuya conexión con el entorno les ha permitido vivir en armonía con la naturaleza.
Nuquí es un refugio donde cada rincón revela la biodiversidad y el valor ecológico del Pacífico colombiano, recordándonos la importancia de preservar estos ecosistemas únicos.
Nuquí y sus pueblos vecinos, como Coquí, Joví, Pangüí y Arusí, han sido por siglos guardianes de tradiciones ancestrales basadas en la pesca, el arroz y el plátano.
Antes de la llegada de los españoles, este territorio era hogar de numerosas tribus indígenas como los sindaguas, patías y cholos, quienes vivían en equilibrio con la exuberante naturaleza del Pacífico.
Durante siglos, estas comunidades afrodescendientes e indígenas se mantuvieron aisladas del resto del país, desarrollando sus propias dinámicas sociales y económicas.
Los mayores cuentan historias de cómo sus abuelos hablaban de "los blancos", aunque estos no eran una presencia frecuente en la región.
La vida giraba en torno al mar y la tierra, con pocos vínculos comerciales más allá de Buenaventura o Panamá.
La Ley 70 de 1994 marcó un hito histórico al reconocer el derecho de las comunidades negras a sus territorios ancestrales.
Aunque la lucha por conservar estas tierras ha sido ardua y, en ocasiones, vulnerada por intereses externos, este avance ha permitido a los habitantes de Nuquí proteger su identidad y su cultura frente a las adversidades.
vibrante y resiliente. Las comunidades que habitan este territorio encuentran en el turismo sostenible una herramienta para reconstruir su historia y forjar un futuro próspero, tras haber enfrentado los impactos del conflicto armado en Colombia.
La conexión entre mar, selva y comunidad se refleja en cada aspecto de su vida cotidiana. Las tradiciones culinarias destacan por su autenticidad, utilizando ingredientes locales como el plátano, el pescado fresco y el coco para crear sabores que cuentan historias de su relación con la tierra y el agua.
La llegada anual de las ballenas jorobadas, que eligen las aguas de Nuquí para dar a luz y enseñar a nadar a sus crías, no solo es un espectáculo natural, sino también una parte fundamental de la identidad cultural del lugar.
Las comunidades han aprendido a convivir con este ciclo de vida, celebrándolo como un símbolo de renovación y esperanza.
Nuquí, en la costa pacífica colombiana, es un rincón mágico donde el océano, la selva y las comunidades locales se unen para ofrecer experiencias inolvidables. En Tukan, te invitamos a descubrir un lugar donde la naturaleza late al ritmo de la vida diaria, las tradiciones resplandecen y el turismo sostenible abre caminos hacia un futuro mejor.
Explora en nuestro blog y redes sociales todo lo que hace de Nuquí un destino único, lleno de cultura, biodiversidad y la calidez de su gente. ¡Déjate sorprender por la esencia del Pacífico colombiano!
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